Dicen que no hay quinto malo y el dicho se hizo realidad. A la quinta fue la vencida y conseguimos, por fin, la primera victoria en esta segunda fase. Pese a no hacer un buen partido en ataque, logramos mantener al rival en pocos puntos, con lo que el encuentro se mantuvo igualado hasta el final del tercer cuarto (41-36). A partir de ahí, conseguimos ir abriendo brecha en el marcador gracias a una mejor defensa individual y al acierto de Pablo en el juego interior y en los tiros libres, aspecto en el que se notó mucha mejoría con respecto al partido de Bermeo. Una victoria que esperemos nos permita afrontar el resto de partidos con menos ansiedad.
lunes, 16 de marzo de 2009
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