Partido aplazado de la 2ª jornada, al que acudíamos con las bajas de Pablo, Rubén e Iván, a las que se añadió Javi, al sufrir un tirón nada más comenzar el partido.
Enfrente: Gernika, equipo muy completo, que sabe muy bien a lo que juega y que cuenta, seguramente, con algunos de los mejores jugadores de la categoría.
El partido empezó igualado, llegándose al final del primer cuarto con 10-14 a nuestro favor. Sin embargo, nos durmimos al principio del segundo cuarto, recibiendo un parcial de 13-2 que ponía con 7 de ventaja a los locales y nos hacía temer que se escaparan. No obstante, un parcial de 2-10 a nuestro favor equilibró de nuevo las cosas y dejó el marcador en un ajustado 25-26 al descanso. En el tercer cuarto se mantuvo la igualdad, finalizando con 41-42 en el luminoso y todo por decidir.
El último cuarto fue un calco de muchos de los partidos de la segunda fase de la temporada pasada, tirando por la borda todo el trabajo al recibir un parcial de 14-0 que sentenciaba el partido. Para colmo de males, Diego se lesionó en los últimos minutos, incrementando así nuestra nutrida lista de bajas. Al final, 61-50, y la sensación de que, mientras contemos con bajas tan importantes, tendremos que jugar mucho más concentrados y en equipo si queremos optar a los dos puestos que dan acceso a la liguilla por el ascenso.
Al menos, después del partido pudimos disfrutar de una magnífica cena en el restaurante Portuondo de Mundaka, que hizo que olvidáramos un poco el cabreo por la derrota.
Enfrente: Gernika, equipo muy completo, que sabe muy bien a lo que juega y que cuenta, seguramente, con algunos de los mejores jugadores de la categoría.
El partido empezó igualado, llegándose al final del primer cuarto con 10-14 a nuestro favor. Sin embargo, nos durmimos al principio del segundo cuarto, recibiendo un parcial de 13-2 que ponía con 7 de ventaja a los locales y nos hacía temer que se escaparan. No obstante, un parcial de 2-10 a nuestro favor equilibró de nuevo las cosas y dejó el marcador en un ajustado 25-26 al descanso. En el tercer cuarto se mantuvo la igualdad, finalizando con 41-42 en el luminoso y todo por decidir.
El último cuarto fue un calco de muchos de los partidos de la segunda fase de la temporada pasada, tirando por la borda todo el trabajo al recibir un parcial de 14-0 que sentenciaba el partido. Para colmo de males, Diego se lesionó en los últimos minutos, incrementando así nuestra nutrida lista de bajas. Al final, 61-50, y la sensación de que, mientras contemos con bajas tan importantes, tendremos que jugar mucho más concentrados y en equipo si queremos optar a los dos puestos que dan acceso a la liguilla por el ascenso.
Al menos, después del partido pudimos disfrutar de una magnífica cena en el restaurante Portuondo de Mundaka, que hizo que olvidáramos un poco el cabreo por la derrota.
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