Mal partido y triunfo agónico para despedir el año. Durante la primera mitad no llegamos a entrar en el partido, pero un buen tercer cuarto nos colocó con 10 puntos de ventaja antes del comienzo del último cuarto. Unos cuatro últimos minutos desastrosos, con un parcial de 12-3 en contra, estuvieron a punto de echarlo todo a perder, pero, afortunadamente, el árbitro, muy "casero" durante todo el partido, se tragó una posible falta sobre un jugador de Padura en el último segundo y nos evitó la incertidumbre de dos tiros libres en contra con el reloj a cero.
Lo mejor, el resultado y la posterior comida en familia en la sidrería Mendikosolo.
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